Tuvimos una estancia genial con mis amigos. El hotel estaba cerca de todo, y compramos entradas para un par de espectáculos en el West End. Las habitaciones estaban limpias y el desayuno era bastante bueno. Me gustó también que el personal era siempre amable y servicial. Además, el lugar está muy bien ubicado, perfecto para explorar.

La única pega que tuvimos fue que las escaleras eran un poco complicadas para cargar las maletas, especialmente después de un largo día.

La habitación tenía techos altos y un tamaño aceptable, lo que le daba un aire más amplio. La ubicación, a solo 100 metros de una estación de metro y rodeada de diversas opciones de comida, resulta conveniente para explorar la ciudad.

La habitación en la que me quedé tenía un baño muy pequeño, donde solo podía entrar una persona. Las instalaciones, aunque limpias, parecían anticuadas y necesitaban reformas. el ruido del metro era incesante, especialmente estando en el sótano, lo que dificultaba el descanso. Además, la atención al cliente del personal no fue la mejor, lo que dejó una mala impresión general.

El zumo de naranja fresco del desayuno es para morirse! probé el Sussex Fish Bar, donde el pescado y las papas fritas son un deleite. La ubicación es genial, cerca de Paddington y con un ambiente amigable en los calles.

El aire se sentía muy húmedo, y cuando abrí la ventana, una pequeña visita desafortunada, un ratón se coló. Pero el personal actuó rápido y todo volvió a brillar.

Ubicación excelente junto a Paddington.

Un pequeño refugio en Londres

La ubicación era perfecta, con fácil acceso a transporte y un encantador parque al frente. La limpieza diaria era impecable, lo cual hizo que nuestra estancia fuera realmente agradable.

Sin embargo, el baño era bastante pequeño y no había ascensor, lo que hizo las escaleras un poco incómodas después de un largo día explorando la ciudad.

No pierdas el tiempo

La experiencia en este hotel fue decepcionante. Las habitaciones son pequeñas y hay problemas de mantenimiento. El ruido del metro interrumpe el descanso y el personal no siempre fue útil. Además, la falta de agua potable en las habitaciones es un gran inconveniente. Hay mejores opciones en Londres.

La ubicación es excelente, a un paso de la estación de Paddington. La sala de juegos es un extra divertido. Las escaleras son estrechas y difíciles, especialmente al cargar maletas.

La habitación familiar era ideal para nosotros, acomodando a todos cómodamente. todo estaba limpio y olía genial. ¡Cerca de un montón de restaurantes y las conexiones de transporte son fantásticas!

Pero subir esas escaleras con maletas es un ejercicio extremo, ¡necesitamos un ascensor ya!

Me alojé durante cuatro noches con mi familia. La ubicación es excelente, a solo unos minutos a pie de la estación, con acceso fácil a muchas atracciones. La habitación estaba limpia y el desayuno era aceptable, aunque las escaleras pueden ser incómodas, especialmente si tienes equipaje. Una renovación en los muebles y la instalación de un ascensor mejorarían mucho la experiencia.

una excelente opción económica justo al lado del metro de paddington

Ubicación ideal, desayuno buffet variado y personal amable. La habitación estaba muy limpia, lo que hizo que nuestra estancia fuera confortable. ¡Definitivamente consideraré volver!

Este lugar es perfecto para mí, con wi-fi, recepción 24 horas y una sala de juegos. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó indicándome un lugar para cambiar dinero. ¡Recomiendo disfrutar del desayuno! Volveré para una escapada romántica.

Pasé dos noches increíbles en un hotel que tiene un salón de juegos y una sala de TV muy chula para relajarse. Todo estaba limpio y acogedor, pero hay muchas escaleras y no hay ascensor, así que prepárate para subir las maletas 😅. Aunque la decoración podría modernizarse un poco, la experiencia fue fantástica en general, ¡definitivamente lo recomendaría!

El desayuno fue una maravilla, con croissants más frescos que la brisa de la mañana y zumos orgánicos tan deliciosos que casi se les podría poner un nombre propio. Además, las habitaciones eran un reflejo de la herencia victoriana, como si estuvieras durmiendo en un libro de historia que solo se deja leer después de un buen té.

Falta de ascensor